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Una luz solar en el arte

  • por Corina A.
  • 24 ago 2010
  • 3 Min. de lectura

Xul Solar

Invitada por el Centro de Gestión y Participación Comunal nro. 2, concurrí a una visita guiada en la Fundación Pan Klub Museo Xul Solar, ubicada Laprida 1212, en el coqueto barrio de Recoleta.

Esta institución fue creada en 1986, por la viuda de Xul Solar, para preservar y difundir las obras de su esposo, respetando los planes originales del artista, tal como él había pensado el Pan Klub a fines de la década del ‘30: un espacio creado con un fin cultural para la reunión de intelectuales y artistas.

El Museo fue inaugurado en 1993. Las obras que se exhiben en él (acuarelas, temperas y óleos de diferentes períodos del artista) fueron seleccionadas por el mismo Xul Solar para el Pan Klub. Estas forman parte de la muestra permanente, junto con objetos, esculturas, libros, juegos diseñados por él mismo y documentos que pertenecen a su archivo personal. Asímismo, se conserva su vivienda particular, que además alberga una biblioteca con gran cantidad de volúmenes. Su vivienda y su taller no se exhiben al público con el objeto de la preservación.

Alejandro Xul Solar (Oscar Agustín Alejandro Schulz Solari) nació en 1887 y falleció en 1963. Hijo de padre alemán y madre italiana. El seudónimo derivó de la conjunción Schulz Solari, y Xul invirtiéndolo es Lux, que significa luz en latín. El significado de su nombre artístico completo es “luz solar”.

Vivió en Europa desde 1912 hasta 1924, residiendo en distintas ciudades, lo que influyó en sus trabajos. Allí conoció y se hizo amigo de Emilio Petorutti (otro renombrado pintor).

A su regreso, no querían recibir sus obras, decían “que no era arte”, lo que él hacía. Más tarde fueron aceptadas. Los colores que utilizaba eran siempre muy elogiados. Los contenidos eran en su mayoría espirituales. Muchas de sus obras, las cuales no se han podido decodificar en su totalidad, tienen símbolos astrológicos. .

Se exhiben iconos religiosos en madera, realizados por él, llamados pan religiosos (abarcan las tres religiones monoteístas: cristianismo, judaísmo e islamismo). En las vitrinas hay libros de Borges dedicados a Xul Solar, con letra pequeñísima, y cartas de Borges, de la hermana y de su madre para el artista.

Fue amigo de Jorge Luis Borges, ilustró varios de sus libros, realizó traducciones para él y colaboró en varios de sus emprendimientos editoriales. Decían que él y Borges tenían una hermandad espiritual, aunque Xul Solar era bastante mayor que Borges (quien había nacido en 1899).

De una vasta cultura, estudió pintura, música, arquitectura, astrología, esoterismo, ocultismo, numerología, kabalah judía, I-ching, filosofía, teosofía, antroposofía, las religiones y creencias del Antiguo Oriente, de la India y del mundo precolombino, entre muchas otras ramas del saber. Hablaba muchos idiomas. Tenía múltiples intereses y era autodidacta.

Xul Solar era extremadamente religioso, ferviente católico, además de estudiar muchas religiones, tenía deseos de reformarlas. Se definía a sí mismo como “katrólico”: KA, kabalista, TRO, astrológico, LI, liberal, CO, cooperativo. Inventaba muchas palabras.

Usaba el sistema numérico en base 12 (esotérico), al que Borges también adhería, en vez del sistema decimal. Cómo astrógo hacía cartas astrales (hay una realizada a Borges en exhibición).

En el Museo hay muchos desniveles , al igual que en sus obras, en las que las rampas y escaleras siempre están presentes. Representan la ascensión a Dios, a la divinidad. Meditaba y decía que tenía visiones de otros mundos y esto se reflejaba en sus realizaciones. Ilustraba cartas de tarot.

También creó dos lenguajes artificiales: el neocriollo (mezcla de español y portugués), muy usado en sus obras y la panlengua (lengua universal con raíz astrológica), que no pudo terminarla. El prefijo “pan”, tan utilizado por él, significa todo, universal.

Pan ajedrez

Era un visionario: hablaba de la unión latinoamericana y del cooperativismo. Proponía un sistema de reformas universales, era utópico.

Inventó el panajedrez, un ajedrez universal con el que jugaba con Borges y con Leopoldo Marechal, basado en la astrología y en la numerología, sin reglas fijas.

Propuso una modificación del sistema musical y del teclado del piano, con teclas de maderas de colores y texturas para no videntes. Quería modificarlo todo, hasta el cuerpo humano.

Ideó un teatro de títeres para adultos, entre muchas otras cosas.

La viuda falleció y no tuvieron hijos. Ninguno de los dos pudo ver el Museo inaugurado.

Un lugar muy recomendable para conocer: es encantador, misterioso, alegre y divertido, como seguramente fue el propio artista.


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