La Noche de las Librerías

Aunque el ciclo lectivo finalizó, no iba a pasar mucho tiempo sin que -fiel a mi estilo-, redactara una crónica para dejar testimonio de una experiencia vivida. Por eso, y aprovechando que la UNESCO ha designado a Buenos Aires como Capital Mundial del Libro 2011, y por su industria editorial, aquí va la crónica de La Noche de las Librerías. El sábado 18 de diciembre, tuvo lugar La Noche de las Librerías, evento cultural del que participé por primera vez, y que ya está en su cuarta edición. En ella se podía recorrer librerías que permanecieron abiertas hasta las 2 de la madrugada del domingo, ver espectáculos, asistir a conferencias y a visitas guiadas. También como un detalle novedoso, se colocaron sillones en plena Avenida Corrientes (cortada al tránsito desde Av. Callao hasta Talcahuano), para el descanso de la gente y como una invitación a la comodidad para la lectura. Este año, a la clásica avenida, se agregaron los circuitos de los barrios de Palermo y San Telmo. A pesar del pronóstico de lluvia (que por suerte no se cumplió), me sumé a una visita guiada por la Avenida Corrientes, organizada por el Ente de Turismo del GCBA, dentro del marco del acontecimiento, cuyo punto de encuentro y de partida fue la entrada de la librería Zivals, ubicada en el barrio de San Nicolás, en una esquina de Av. Corrientes y su intersección con Av. Callao -esquina porteña por excelencia, si las hay-. Los ejes temáticos de la misma fueron: las librerías, los bares, sus boites, sus cabarets, la relación con la música (dicen los historiadores que el tango nació en esta calle) y los teatros de la famosa avenida. Asimismo, se dio cuenta de su historia. Se incluyeron fotos de las antiguas fachadas de los sitios visitados, entre los que se pueden mencionar: el Bar La Academia (de la década del´30, fue academia de billar), el Cine Los Ángeles (hoy cine-teatro), el pilar homenaje a Alberto Olmedo (sus manos estampadas en cemento), el Teatro Presidente Alvear (que alguna vez fue Santos Discépolo), el Paseo La Plaza (ex Mercado Modelo, hoy complejo teatral), el Café La Paz (en los años ´60 fue lugar revolucionario de estudiantes de filosofía y psicología), el Bar Ramos (con fotos de bailarines de tango en su interior), el Teatro Premier (con sus esculturas en el frente) y el Teatro San Martín (uno de los más importantes de Sud América, de 1910, con otra denominación y otras dimensiones, lleva el nombre desde 1950, año del Libertador). Una observación: pregunté en una afamada librería de las que figuraban en el folleto del evento, si participaban y qué actividad realizarían, y recibí como respuesta: "esta librería decidió no participar", cuando minutos antes le había escuchado decir a uno de sus vendedores: "vengan a las siete que la librería participa", es todo un misterio... Como conclusión, es una interesante iniciativa para acercar a la gente a las libreías e incrementar las ventas, poder ver espectáculos diferentes y formar parte de visitas guiadas temáticas. Para tener en cuenta el próximo año.