Mujer y maestra en un mundo de hombres de Viviana Rivero

Tras la promulgación de la ley 1420 de Educación Común, durante la presidencia de Julio Argentino Roca, la cual decretaba la enseñanza laica, gratuita y obligatoria, se fundaba en Córdoba el primer colegio estatal (y normal) sin enseñanza religiosa y dirigido por mujeres. Eran las maestras que había traído Sarmiento desde Estados Unidos para educar al país, quienes debían firmar un contrato con el Estado con muchas cláusulas, entre ellas, que la vestimenta debía ser sumamente recatada, que no podían ser vistas en compañía de hombres, no se les permitía maquillarse y el más controvertido: el impedimento a casarse.
La acción se desarrolla en medio de una época turbulenta, de rivalidad. Por un lado se encontraban los liberales y por el otro los tradicionalistas que no aceptaban esa clase de escuelas. La heroína ―Mercedes Castro―, en definitiva, mujer y maestra, comprometida con su profesión, deberá enfrentarse a un desafío y elegir entre el llamado de su vocación y el del amor.
Basada en hechos verídicos, es una novela histórica muy bien documentada e interesante para leer en estos tiempos de cambio, y comparar la situación de las mujeres de ayer con las de hoy que han conseguido algunas conquistas sociales. "Mujer y maestra" obtuvo el Primer Premio de Novela Histórica 2009 del Gobierno de San Luis.
Algunos datos a tener en cuenta: la Ley 1420 de educación común, gratuita y obligatoria, promulgada en 1884, fue la piedra basal del sistema educativo nacional. Además la religión quedó fuera del programa oficial, solo sería optativa, fuera del horario escolar y previa autorización de los padres. Decretaba la enseñanza laica, gratuita y obligatoria para todos los habitantes de seis a catorce años.

Para interiorizase en el tema, este documento histórico: las maestras y profesoras que eran contratadas por el Gobierno para enseñar en las escuelas normales firmaban un contrato con el Estado.
Contrato de Maestras en 1923:
Este es un acuerdo entre la señorita.............................................................maestra, y el Consejo de Educación de la Escuela......................................por la cual la señorita .....................................acuerda impartir clases durante un período de ocho meses a partir del........................... de septiembre de 1923. El Consejo de Educación acuerda pagar a la señorita...................................................... la cantidad de (*75) mensuales.
La señorita....................................................................acuerda:
1.- No casarse. Este contrato queda automáticamente anulado y sin efecto si la maestra se casa.
2.- No andar en compañía de hombres.
3.- Estar en su casa entre las 8:00 de la tarde y las 6:00 de la mañana a menos que sea para atender función escolar.
4.- No pasearse por heladerías del centro de la ciudad.
5.- No abandonar la ciudad bajo ningún concepto sin permiso del presidente del Consejo de Delegados.
6.- No fumar cigarrillos. Este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si se encontrara a la maestra fumando.
7.- No beber cerveza, vino ni whisky. Este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si se encuentra a la maestra bebiendo cerveza, vino y whisky.
8.- No viajar en coche o automóvil con ningún hombre excepto su hermano o su padre.
9.- No vestir ropas de colores brillantes.
10.- No teñirse el pelo.
11.- Usar al menos 2 enaguas.
12.- No usar vestidos que queden a más de cinco centímetros por encima de los tobillos.
13.- Mantener limpia el aula:
Barrer el suelo al menos una vez al día.
Fregar el suelo del aula al menos una vez por semana con agua caliente.
Limpiar la pizarra al menos una vez al día.
Encender el fuego a las 7:00, de modo que la habitación esté caliente a las 8:00 cuando lleguen los niños.
14.- No usar polvos faciales, no maquillarse ni pintarse los labios.
En conclusión, era todo lo que aquellas primeras mujeres se comprometían a “no hacer” para cumplir con su tarea como un sacerdocio, quienes se animaron y se brindaron por completo.