La birome. Una muestra sobre Ladislao Biró y su más célebre invento
![Modelos lujosos de biromes](https://static.wixstatic.com/media/7d5853_de2761fc733d41aab8481c8924db6524~mv2.jpg/v1/fill/w_390,h_519,al_c,q_80,enc_auto/7d5853_de2761fc733d41aab8481c8924db6524~mv2.jpg)
Los argentinos nos jactamos ante el mundo diciendo que en nuestro país se inventaron el dulce de leche, el colectivo y la birome. Lo cierto es que aquí se desarrolló industrialmente el invento de la birome o bolígrafo, como también se lo conoce.
Fundación Biró y el CCK presentan La birome - Colección Hans Georg Schriever-Abeln, una muestra que recorre la historia del inventor Ladislao José Biró, las aventuras en torno a la creación de su famoso adminículo para la escritura, el cual quiso que llegara a manos de todos, y un despliegue de diseños reunidos por el coleccionista alemán Hans Georg Schriever-Abeln desde 1982 en adelante (es la colección de biromes más grande del mundo, consta de más de 20.000 piezas). Si bien el funcionamiento de la birome es el mismo que Biró desarrolló en la década del treinta, la evolución de su diseño estético ha tenido variantes asombrosas que dan cuenta de su alcance, cotidianeidad y vigencia. La exposición reúne bolígrafos de distintos lugares del mundo, sustentables, extravagantes, con temáticas infantiles, dedicados a profesiones específicas, minúsculos, con tópicos amorosos y regionales, con publicidades, con funciones anexas curiosas (con reloj, con calendario, con lupa, con destapador de botellas, entre otras), ejemplares que recordamos haber tenido en algún momento de nuestra vida, etc. Ya se exhibió en otros países.
La muestra, de carácter artístico, lúdico y pedagógico, coincide a modo de homenaje con el Día del Inventor en la Argentina, que se celebra el 29 de septiembre en honor al nacimiento de Biró. La exhibición está abierta al público del 2 de octubre al 24 de noviembre de 2019.
![Ladislao Biró con su invento](https://static.wixstatic.com/media/7d5853_7ac9d4dd0e48477ca7acb7f47f202d04~mv2.jpg/v1/fill/w_380,h_674,al_c,q_80,enc_auto/7d5853_7ac9d4dd0e48477ca7acb7f47f202d04~mv2.jpg)
Acerca de Ladislao José Biró quien nació en Budapest, Hungría, en 1899, fue un inventor, periodista y miembro de la Real Academia de Ciencias Naturales. La tradición inventora, cuentan, empezó con la generación anterior: su padre, dentista, mejoró el instrumental de la época y creó un armario con luz eléctrica. La madre, en tanto, le salvó la vida inventando la incubadora puesto que había nacido prematuro y los médicos lo daban por muerto, pero a ella se le ocurrió ponerlo en una caja frente a una lámpara.
El primer invento comercialmente exitoso de Biró fue una máquina automática de lavar ropa que funcionaba con la energía producida por una cocina de uso casero. También inventó el cambio automático para automóviles y lo vendió a la compañía General Motors en Berlín (Alemania), quienes lo compraron no para fabricarlo sino para evitar la competencia. Su invención del bolígrafo surgió en Hungría a fines de los años treinta, pero fue en Argentina, ya en los años cuarenta, donde realmente desarrolló su invento como un producto técnicamente funcional, legalmente patentable, industrialmente viable y comercialmente exitoso. El bolígrafo, solucionó un problema: antes de 1944 se escribía con lápiz, con lapicera o pluma a tinta que manchaban el papel o la tinta se secaba en el tanque. Biró ideó un mecanismo en el que una minúscula bolilla gira sirviendo de punta a la lapicera y alimentándose de una tinta que se seca inmediatamente. Un grupo de inversores se interesó en su invento y en la posibilidad de fabricarlo en nuestro país y lo invitó a venir. Aunque un hecho fortuito ocurrido un poco antes aceleró los trámites: Biró había patentado un prototipo en Hungría y Francia, en 1938, pero no llegó a comercializarlo. Por entonces, Agustín Pedro Justo, quien meses antes había dejado de ser Presidente de la Nación Argentina, lo invitó a radicarse en su país cuando de casualidad lo conoció en momentos en que Biró estaba en Yugoslavia, haciendo notas para un periódico húngaro. Agustín Justo lo vio escribiendo con un prototipo del bolígrafo y maravillado por esa forma de escribir se puso a conversar con él. Biró le habló de la dificultad para conseguir una visa y Justo, que no le había dicho quién era, le dio una tarjeta con su nombre y le dijo que contara con su apoyo si alguna vez venía a la Argentina.
![Primeros esquemas del sistema de escritura](https://static.wixstatic.com/media/7d5853_50fddb65a9294faa889c29055bb7c399~mv2.jpg/v1/fill/w_378,h_598,al_c,q_80,enc_auto/7d5853_50fddb65a9294faa889c29055bb7c399~mv2.jpg)
Biró llegó a la Argentina en 1940, donde no solo desarrolló el bolígrafo sino la maquinaria para poder hacerlo. Con un socio y amigo Juan Meyne, lanzaron el producto al mercado bajo el nombre comercial de “Birome” (acrónimo con las sílabas iniciales de Biró y Meyne). Al principio en las librerías lo vendían como un juguete para chicos. Cuando comenzó a promoverse, se lo llamó esferográfica y se hacía hincapié en que siempre estaba cargado, secaba en el acto, permitía hacer copias con papel carbónico, era único para la aviación y su tinta era indeleble.
Entre las mejoras de su propio invento figura la invención y patentamiento del sistema retráctil. En 1944 vendió la patente a Eversharp-Faber para su fabricación en Estados Unidos, logrando así que trascienda fronteras. Su invento fue límite: no hubo mejoras sustanciales en su desarrollo formal y funcional.
Aunque la palabra "birome" es una marca registrada se ha vulgarizado su uso.
Biró, además, patentó un perfumero (con el mismo principio que el bolígrafo, aplicado luego a los desodorantes a bolilla), algunos perfumes, un proceso continuo para la producción de resinas fenólicas, un sistema para incrementar la resistencia mecánica de barras en cemento, una cerradura inviolable, una boquilla antitóxica, un termógrafo clínico, un dispositivo para obtener energía de las olas del mar, el principio del sistema electromagnético que permitió construir medio siglo después los trenes bala de Japón y un sistema molecular e isotópico para fraccionamiento de gases. Hasta su muerte, en 1985, trabajó con la Comisión Nacional de Energía Atómica en la separación de gases para agua pesada.
![Modelos graciosos de biromes](https://static.wixstatic.com/media/7d5853_7522dd8ca2f64c23bbbaaee52efba31b~mv2.jpg/v1/fill/w_464,h_626,al_c,q_80,enc_auto/7d5853_7522dd8ca2f64c23bbbaaee52efba31b~mv2.jpg)
Además de sus inventos, según su familia, su hobby era el arte. Por eso parte de su legado también son pinturas y esculturas. Sus descendientes también tienen un fuerte sello creativo que parecen llevar en los genes. Y son todos defensores de la escritura a mano.
![Publicidad birome modelo retráctil](https://static.wixstatic.com/media/7d5853_c4760344cc784c3098ce4aef78ba09d7~mv2.jpg/v1/fill/w_525,h_753,al_c,q_85,enc_auto/7d5853_c4760344cc784c3098ce4aef78ba09d7~mv2.jpg)
La que fue su casa al llegar a la Argentina en el barrio de Colegiales hoy alberga una institución dedicada a los inventores.
Pero… ¿la birome y el papel resisten frente al teclado o van perdiendo terreno? En una sociedad cada vez más digitalizada, van perdiendo su espacio. En Finlandia, por ejemplo, desde 2016 en las escuelas dejaron de aprender por obligación la letra manuscrita cursiva y el tiempo ahorrado lo dedican a la mecanografía. La escritura de tipo cursiva es optativa. Sí es obligatoria la manual de tipo imprenta, que son las letras tal y como aparecen en los teclados. Además, aprender a escribir con un dispositivo electrónico es una asignatura obligatoria desde el primer año de colegio.
La comunicación escrita hoy en día se hace usando un teclado. La escritura a mano con bolígrafos y lápices convive con el uso cada vez más extendido de los smartphones, las tablets y las computadoras.
Estudios científicos alegan que entre los dos tipos de escritura hay diferencias cognitivas y motoras y que es perjudicial que la cursiva sea optativa y pueda desaparecer. Las regiones cerebrales que se activan al escribir a mano están involucradas en el proceso de aprendizaje de lectura y escritura. Los resultados reflejaron que facilita la percepción de las letras y es importante para su procesamiento cerebral.
![Modelos de biromes con relojes de arena](https://static.wixstatic.com/media/7d5853_008399d20ea645208d39bb5d04491fa8~mv2.jpg/v1/fill/w_436,h_629,al_c,q_80,enc_auto/7d5853_008399d20ea645208d39bb5d04491fa8~mv2.jpg)
También se llegó a la conclusión de que hay diferencias motoras porque la escritura a mano requiere acciones motoras más complejas que teclear, puesto que cada letra se forma con una combinación de diferentes técnicas que conforman una secuencia única, mientras que con un teclado se produce simplemente apretando una tecla. Los músculos que utilizamos en ambas acciones son muy diferentes. La escritura a mano está controlada principalmente por los músculos que activan la articulación de la muñeca, y también tienen peso los que controlan los dedos para sujetar el bolígrafo. Cuando tecleamos, la fuerza muscular de los dedos es mucho mayor.
De las tablillas a las tabletas: además deducen que dentro de solo unas décadas, se olvidará la escritura cursiva tradicional, que ya está atravesando un profundo declive. Las consecuencias culturales que acarreará van más allá de perder un tipo de escritura. Desde que hace 6.000 años, en Mesopotamia, se desarrolló el sistema de escritura, el ser humano dejaba sus representaciones en distintos alfabetos y soportes como piedras, barro, hojas, láminas, tablillas de madera, pieles, papiros, pergaminos, lienzo y papel. Los investigadores infieren que es válido preguntarse si la tecnología terminará con esta evolución antropológica.
![Modelos exóticos de biromes](https://static.wixstatic.com/media/7d5853_ef2acccdbea44707821f2f5643afdf3e~mv2.jpg/v1/fill/w_436,h_539,al_c,q_80,enc_auto/7d5853_ef2acccdbea44707821f2f5643afdf3e~mv2.jpg)
Los expertos a su vez recuerdan que sigue siendo más rápido y más flexible escribir algo en un trozo de papel que con un teclado y afirman que la escritura tradicional y la digital no son excluyentes sino que deben ir de la mano.
Volviendo a los trazos de Biró, pese al avance de la escritura digital, su gran invento aún está muy lejos de perder su lugar en la vida diaria porque aún sigue estando junto a nuestras agendas, listas, trámites, estudios y pensamientos en general… Es la idea que cambió la forma de escribir del mundo, más allá de su nacionalidad, porque como detalla Mariana Biró, la hija del creador en varias entrevistas: “la birome tiene partida de nacimiento húngara y pasaporte argentino”.