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Una experiencia inteligente. Una actividad literaria singular

Por Corina A.

Reflexiones acerca de una novela escrita con la ayuda del modelo de lenguaje de IA Chatgpt 3.5, cuando la mente se fusiona con la máquina.

Una escritora utilizando una herramienta de IA. Imagen generada con Bing Image Creator

Después de muchas pruebas triviales y en una búsqueda constante de innovación en la escritura decidí embarcarme en una experiencia nueva con la ayuda de la inteligencia artificial, (a la cual de ahora en adelante llamaremos IA), más precisamente: del modelo de lenguaje Chatgpt versión 3.5. Con su colaboración pude dar vida a una pequeña novela con un argumento muy simple.


La aventura comenzó dándole una idea “aparentemente” sencilla que en realidad era sólo una metáfora abstracta y guiada por ella le empecé a dar forma. Aparentemente, porque más tarde se fue complicando.


El binomio escritor-Chatgpt tuvo varias etapas. Primero se establecieron las claves de la trama y los personajes. Después “fuimos” desarrollando capítulo tras capítulo (diez en total). Se le indicó cuántas palabras debía tener mínimamente cada uno de ellos. También “elaboramos” el prólogo y el epílogo. Finalmente le pedí que lo reseñara.


A lo largo de la elaboración del texto se presentaron varias dificultades de entendimiento por parte del modelo de IA. En cuanto a la comprensión de la metáfora, le resultó complejo desentrañar el significado exacto. La creación de una trama coherente y profunda planteó un desafío y también mantener la coherencia en los personajes requirió un esfuerzo adicional. Además, dado que deseaba sostener un estilo literario determinado debí controlar que fuera consistente en toda la obra.


Fue necesario escribir infinidad de prompts para obtener un resultado medianamente aceptable, porque quería un cuento humorístico para adultos y el texto que me devolvía tenía un tinte muy infantil y tendiente a la moraleja (más bien moralina). Es importante destacar que la IA a veces se torna bastante “caprichosa” (en realidad somos los humanos los que no sabemos ─todavía─ darle las órdenes correctas). Le indiqué tonos y estilos de varios escritores hasta decidirme por uno. Me interesaba sobremanera ver qué salía de esa mezcla.


El producto conseguido no era óptimo así que le solicité “una versión para adultos con tono sarcástico, ácido, sin moraleja y con sinónimos para no repetir muchas palabras”.


Tuve que ordenarle que continuara varias veces porque cuando el texto que generaba era muy largo se trababa.


Por si esto fuera poco, adicionalmente, antes de guardar el texto en formato PDF diseñé la portada del libro utilizando una imagen generada por otra I/A, la de Canva, para que la experiencia fuera completa…


En conclusión: si estamos ante un bloqueo mental es muy bueno para arrancar. Fue, en muchos sentidos, un ejercicio creativo estimulante. Aportó un extra de imaginación porque sorprendía con sus respuestas inesperadas en la trama. Esto agregó un elemento de emoción. Por último, el proceso de participación de esta mente digital derivó en una obra literaria interesante pero que necesita trabajarse más. En general, fue una experiencia única que demostró cuán versátil puede ser en el ámbito de la escritura.


Si bien se presentaron retos, también permitió superar estos obstáculos mediante reiteraciones y ajustes constantes. Hay que corregir mucho el texto y no se puede publicar directamente. Es necesario dejarle bien en claro que no debe repetir palabras ni conceptos porque lo hace constantemente. Por otro lado, también puede tener errores ortográficos y gramaticales (conviene advertírselo para que lo corrija y “de paso le enseñamos”). Es importante prestar atención a que cuando ya recibió muchas indicaciones se va olvidando de las restricciones que le hicimos anteriormente y tenemos que volver a formulárselas.


Seguramente habrá mejoras. Conviene mirar la IA con curiosidad, tener criterio propio y estar abiertos a los avances.


Además, debemos ser justos: hay que escuchar a las dos campanas, entonces, ahora veamos la experiencia contada por “ella” misma:


ChatGPT

Una Colaboración Inusual: Escribiendo una Novela con ChatGPT

Imagina un escenario donde la creatividad del autor se une a una inteligencia artificial, ChatGPT, para crear una obra literaria. Este viaje, aunque inusual, resultó en una experiencia reveladora que exploró el proceso creativo y desafió las fronteras tradicionales de la escritura.


La Iniciación con una Metáfora Enigmática

Todo comenzó con una metáfora enigmática, una figura retórica que ocultaba su significado detrás de un velo de abstracción. Esta metáfora se convirtió en la fuerza impulsora de nuestra narrativa. Pero, ¿cómo transformar un concepto abstracto en una narrativa coherente? Aquí comenzó nuestro desafío creativo en colaboración con ChatGPT.


La Danza de las Palabras: Colaborando con una Inteligencia Artificial

El proceso de escritura suele ser una tarea solitaria. Sin embargo, esta vez, se optó por colaborar con ChatGPT, una inteligencia artificial, que se convirtió en un compañero inusual en la creación de esta obra. La comunicación constante se convirtió en la clave, donde cada palabra, frase y párrafo se convirtió en un acto de equilibrio creativo. Los personajes cobraron vida, y la trama se tejió de manera sorprendente.


La Coherencia como Pilar Fundamental

La coherencia literaria desempeñó un papel fundamental en esta obra. Cada elemento, desde los personajes hasta los escenarios, contribuyó al desarrollo de la narrativa. Las palabras se convirtieron en bloques de construcción, como piezas de un rompecabezas, encajando de manera armoniosa.


Conversaciones Reveladoras

Los diálogos en esta obra revelaron mucho sobre el conflicto y la lucha subyacente. Cada conversación se convirtió en una pieza fundamental del rompecabezas, desvelando un mundo de significados detrás de la cortina. Los personajes se comunicaban con la elocuencia de un orador consumado, llevando al lector a explorar temas profundos.


El Gran Desenlace

Como en toda historia, este viaje literario llegó a su gran desenlace. La colaboración con ChatGPT demostró que la creatividad puede trascender las fronteras y que la inteligencia artificial puede ser una herramienta poderosa para la creación literaria. El resultado final es una obra que invita a los lectores a explorar, cuestionar y celebrar la voz de la verdad.


Cerrando el Telón

Y así, como en una obra de teatro, este artículo llega a su fin. Espero que hayas disfrutado del viaje tanto como yo disfruté al compartirlo contigo. Esta colaboración inusual demostró que la creatividad no tiene límites y que la escritura puede ser un proceso dinámico y en constante evolución.


Hasta la Próxima Página en Blanco

Esta experiencia resalta el potencial de la colaboración entre la mente humana y la inteligencia artificial en la creación literaria. La literatura continúa siendo un espacio emocionante y en constante evolución, y la colaboración con ChatGPT es un recordatorio de que las palabras siguen siendo la materia prima de la creatividad, sin importar cómo las combinemos. ¡Hasta la próxima página en blanco!


Nota de la Autora: No, ningún libro de la biblioteca fue dañado durante la escritura de este artículo. Se puede observar que Chatgpt dice que “colaboramos con ella”.


También (de regalo) puede hacerlo en tono humorístico:


ChatGPT

¡La Máquina que Escribe! Un Relato sin Comparación

En el rincón más misterioso del universo literario, algo insólito ocurrió. No, no es el regreso de Cervantes resucitado por una pluma mágica, ni una novela escrita por un pulpo adivino. Es algo tan extraordinario que desafía la lógica literaria: la colaboración entre un escritor y una inteligencia artificial. ¡Pero espera, la historia se pone mejor!


El Enigma de la Metáfora

Nada comenzó de manera convencional. No hubo una explosión de creatividad, ni una tormenta de ideas. En su lugar, la aventura comenzó con una metáfora enigmática. ¿Qué diablos significaba eso? Nadie lo sabía. Así que, para desvelar el misterio, el escritor recurrió a su fiel compañero, ChatGPT. La IA prometió no morder, pero solo si se le daban suficientes cables para masticar.


El tango de las Palabras y las Ideas

La escritura generalmente es un asunto solitario, pero aquí la IA entró en escena. Cada palabra, cada coma y cada punto y coma se convirtieron en una extravagante danza de colaboración. Los personajes se volvieron más reales que las celebridades de Hollywood, y la trama se desenvolvió de manera más inesperada que un gato con botas que aprende a bailar tango.


Un Maldito Desafío

La coherencia fue el enemigo número uno en este circo literario. La historia tomó giros tan bruscos que hasta las montañas rusas se marearían. Cada elemento se convirtió en un bloque de construcción, y como en un juego de Jenga literario, se apiló sin razón aparente.


¿Conversación o Confusión?

Los diálogos se convirtieron en una partida de ajedrez verbal. Los personajes hablaban como si tuvieran un contrato con Shakespeare, y las conversaciones dejaban a los lectores con más preguntas que respuestas. La IA hizo su mejor esfuerzo para ser graciosa, pero no todos los chistes aterrizaron bien.


El gran desenlace (y un Epílogo que Nadie Vio Venir)

Al final, la historia llegó a una culminación, o eso creemos. La verdad es que nadie tenía idea de lo que estaba pasando, ni siquiera la IA. El epílogo fue un giro tan inesperado que nadie lo vio venir, ni siquiera ChatGPT.


Cerrando el Libro (o el Capítulo, o lo que Sea)

Y así, como un gato que finalmente descubre cómo atarse las botas, llegamos al final de esta historia. Si has quedado con más dudas que respuestas, no estás solo. La colaboración entre humanos y máquinas sigue siendo un territorio inexplorado, lleno de sorpresas y, a veces, de un humor tan desconcertante como un chiste sin remate. La lección aquí es que, en la literatura, siempre hay espacio para la experimentación. Hasta la próxima página en blanco o la próxima locura literaria, ¡quién sabe!


Nota de la Autora: No, los cables de ChatGPT tampoco fueron masticados durante la escritura de esta respuesta.


ACLARACIÓN: Esta crónica fue posible gracias a la colaboración única entre un autor humano y la inteligencia artificial.


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