Baires (con "B" de bueno)
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Buenos Aires puede recorrerse con ojos de turista -aún siendo porteño- y sin tocar el bolsillo.
Partiendo de la base de que la ciudad es un baluarte de recuerdos, puede disfrutarse de su bagaje cultural. También es un banquete para la vista por su bella mezcla de estilos y sus bares notables, que nos dan un baño de historia (son un bálsamo ante tanta batahola de bocinazos). Es bárbaro pisar sus baldosas y recorrer sus barrios. A veces se asemeja a la torre de Babel. Es que a las personas de otras banderas se las recibe con beneplácito, siempre son bienvenidas. Los viajeros no deben perder la oportunidad de comprar las bagatelas regionales que se brindan en las ferias, quizás a precios beneficiosos. Hasta el clima es benévolo. Aquí hay de todo como en botica.
¡A preparar los bártulos para pasear por la Reina del Plata, polo cultural de Sudamérica, un bombardeo de bullicio y brillo!