El Palacio de Justicia
- por Corina A.
- 23 sept 2016
- 3 Min. de lectura

Uno de los atractivos de la zona de Tribunales es, sin dudas, el Palacio de Justicia. Este edificio imponente que ocupa la manzana comprendida por las calles Talcahuano, Tucumán, Libertad y Lavalle, ubicado precisamente en el barrio de San Nicolás, fue diseñado por el arquitecto francés Norberto Maillart (representante del academicismo francés, ecléctico, ya que utiliza elementos de distintos tipos de arquitectura). Los planos fueron confeccionados en 1902, la piedra fundamental se colocó en 1904, en 1905 comenzó a construirse, en 1910 se inauguró una parte para el Centenario de la Revolución de Mayo (hay una placa recordatoria en el hall, del Dr. Figueroa Alcorta, presidente de la república en ese momento), para culminar la obra ¡recién en 1942! Fue remozado en esta década. Es Monumento Histórico Nacional desde 1999.
Al iniciar el recorrido, encontramos en el hall una gran estatua de la Justicia o de la Equidad, del escultor Yrurtia. Es una figura femenina con los brazos extendidos representando la firmeza, la equidad y la justicia; tiene la balanza de la justicia dibujada en su casco y no lleva los ojos vendados.
Siguiendo por el Patio de los Pasos Perdidos podemos optar por distintas direcciones. Cada despacho tiene sobre su entrada la ornamentación de un libro, hay escudos de cada provincia hechos en mosaicos.
En cuanto a la Sala de Audiencias, el estrado está separado por un vidriado del lugar para el público; allí hay un bellísimo vitreaux con simbología referente a la justicia. Su mobiliario es de madera de cedro y el piso de madera de roble. La acústica es estupenda, no hay necesidad de micrófonos. En este recinto se llevó a cabo el Juicio a las Juntas Militares, en 1985, durante la presidencia del Dr. Alfonsín.
En el cuarto piso se encuentran la Corte Suprema y sus dependencias. En el techo se aprecian las leyendas: “ley”, “derecho”, “justicia”, “verdad” y “severidad”. Los pisos fueron decorados con figuras geométricas realizadas con teselas. También existe una Sala de Videoconferencias llamada José Benjamín Gorostiaga (principal redactor de la Constitución Nacional de 1853) en donde es posible establecer comunicación con las cortes de otros países.
Tienen su espacio vitrinas con expedientes históricos (como uno de 1808 de Manuel Belgrano liberando a un esclavo de su propiedad) y el busto de San Martín realizado por Perlotti, en el Patio de Honor de la Corte Suprema, utilizado por la corte para actos o conmemoraciones especiales debido a su acústica.
Un detalle de color: en la Sala de Acuerdos se filmó una parte de la premiada película argentina ”El secreto de sus ojos”. Allí se tratan los fallos y las sentencias. Se destacan sus cuadros, bibliotecas y los asientos de los jueces y del procurador.
Elementos relacionados con la mitología griega engalanan sus pasillos y a su vez las escaleras cuentan con adornos que jerarquizan el lugar hacia donde nos dirijamos.
Es llamativo el óptimo estado de conservación tanto del edificio como del mobiliario.
La construcción de este Palacio es laberíntica y en todos sus rincones se respeta el concepto de simetría (todos los diseños y decorados parecen estar enfrentados a un espejo, cada uno tiene su correspondencia simétrica). Provoca la sensación de que la idea propuesta en su arquitectura es perseguir la equidad en todo, hasta en el diseño.
Una visita imperdible para resignificar la historia institucional de nuestro país y conocer el patrimonio de un sitio tan espléndido.
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