Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia
- por Corina A.
- 24 feb 2017
- 2 Min. de lectura

La función de un museo es rescatar, preservar, exhibir y difundir el patrimonio de una comunidad. Un claro exponente es el Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, ubicado en Avenida Ángel Gallardo 490, en el Parque Centenario.
A tan solo dos años de la Revolución de Mayo ya contábamos con un museo de ciencias naturales, creado en 1812 por iniciativa de Bernardino Rivadavia. Fue el primer museo de la ciudad y de la Argentina.
Tuvo varias sedes ―la Manzana de las Luces entre otros lugares―hasta su emplazamiento definitivo en 1937 en el edificio actual construido para tal fin. Un inmueble imponente, lujoso y amplio con numerosas salas.
Allí se exponen las especies representativas de nuestra fauna, flora, geología (materias que componen el globo terrestre) y paleontología (fósiles: fragmentos de animales o plantas petrificados que se encuentran en diversos terrenos geológicos antiguos).
En cuanto al reino animal, el museo se organiza por sectores: de mamíferos, de aves, de anfibios y reptiles, de artrópodos, de animales acuáticos y la zona de dinosaurios que es la más concurrida.
Se ofrece abundante información acerca de la evolución de los animales desde la prehistoria hasta hoy.
Hay también una sección en donde se puede obtener un pantallazo de “la Buenos Aires un millón de años atrás” en cuanto a su ambiente natural en aquella época.
Los elementos que conforman el acervo del museo fueron sometidos al proceso de taxidermia ―arte de disecar animales―o bien conservados en formol o alcohol y además incluye réplicas (en particular de los dinosaurios). Algunos materiales fueron confiscados de colecciones ilegales.
Se realizan visitas guiadas y son para todas las edades.
Es un espacio de conocimiento, ocio y cultura ineludible para visitar y que ya celebró más de 200 años de historia.
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